Los suplementos destinados al autocuidado que tienen un alto contenido en nutrientes se denominan complementos alimenticios. Están diseñados para complementar los nutrientes que se encuentran en una dieta equilibrada, por lo que son un gran aliado para satisfacer las demandas dietéticas y especialmente útiles para las personas para las que completar la ingesta no es factible.
Existen diversas formas de suplementos dietéticos, como comprimidos, cápsulas, gránulos, polvos, emulsiones, soluciones, infusiones, barritas y gomas comestibles. Los nombres de estos productos pueden variar según el país. La clasificación y regulación de estos artículos varía incluso dentro de las naciones latinoamericanas.
¿Por qué alguien utilizaría complementos alimenticios?
Su objetivo es preservar la salud completando la dieta típica de una persona sana. Nunca deben utilizarse como sustitutos parciales o totales de las comidas, para ninguna enfermedad en particular, ni como fármacos para tratar o curar enfermedades.
En la composición de los complementos alimenticios pueden estar presentes uno o más componentes. Entre los componentes que los integran se encuentran:
- Minerales y vitaminas.
- Aminoácidos, péptidos y proteínas.
- Grasas.
- Glucosa.
- Fibra alimentaria.
- Probióticos.
- Enzimas.
- Ingredientes bioactivos (ingredientes que se encuentran de forma natural en los alimentos).
¿Qué diferencia a los suplementos dietéticos de los medicamentos con receta?
Mientras que los suplementos dietéticos están pensados para mejorar la nutrición, los medicamentos se fabrican para tratar afecciones específicas. Los complementos no pueden sustituir a la dieta ni a la intervención terapéutica aprobada por un profesional médico.
Para conocer mayor información acerca de los suplementos, visite el sitio web de GNC.